martes, 26 de noviembre de 2013

ARTICULACIÓN COXO-FEMORAL (CADERA)

 La articulación de la cadera o coxofemoral relaciona el hueso coxal con el fémur, uniendo por lo tanto el tronco con la extremidad inferior.
Junto con la musculatura que la rodea, soporta el peso del cuerpo en posturas tanto estáticas como dinámicas. Esta articulación se clasifica como enartrosis de tipo diartrosis, y se caracteriza porque las dos superficies articulares que intervienen son esféricas o casi esféricas, una cóncava y otra convexa, permitiendo una gran movilidad.
La articulación esta envuelta por una cápsula fibrosa, la cápsula sinovial. La cubierta interna de esta cápsula es la membrana sinovial que produce el líquido sinovial, el cual facilita los desplazamientos de las superficies de los dos huesos. 


MÚSCULOS QUE ACTÚAN SOBRE LA ARTICULACIÓN DE LA CADERA


  • ·Músculos glúteos. Forman la región glútea y forman la grupa del animal. 
  • ·Músculos mediales del muslo.
  • ·Músculos caudales del muslo.
  • ·Músculos profundos de la cadera.

También forma parte de este grupo los músculos gemelos de la pelvis, el músculo cuadrado femoral. Todos están inervados por el nervio ciático y tienen la misma función.
Todos unen al isquion con la fosa trocantérica del fémur.

Enfermedades principales que afectan a la articulación coxofemoral o cadera son las siguientes:


  •  Artrosis de cadera o coxartrosis. 
  •  Artritis de cadera.
  •  Fractura de cadera. 
  •  Trocanteritis o bursitis trocanterea. 
  •  Coxa valga. Coxa vara. 
  •  Choque femoro-acetabular. 
  • Dimorfismo sexual 

En los humanos, a diferencia de otros animales, los huesos de la pelvis son diferentes en ambos sexos.

Tanto en el arte como en las diferentes culturas, las pelvis se considera un símbolo de fertilidad y una expresión general de sexualidad. Debido a que una pelvis ancha facilita el parto y sirve como signo de madurez sexual, han sido una característica atractiva en la mujer por siglos.
Muchas de las poses clásicas de la mujer en esculturas, pinturas o fotografías, como la gran odalisca, enfatizan la prominencia de la pelvis.